Hola, soy una mamá de un niño de 10 años con TDAH con predominio inatento y del que estoy muy orgullosa y quisiera contar su historia.

Cuando mi niño estaba en 2° de primaria con 8 añitos empezaron los problemas académicos y realmente yo no sabía que pasaba, pero si sabía que él se esforzaba mucho y que algo le impedía tener resultados positivos.

Por aquel entonces tenía un tutor que lo etiquetó de niño inquieto, vago, que no prestaba atención, y aunque yo le pedía que lo evaluaran, no obtenía respuestas. Eso me hizo pensar que tenía que ser más estricta y que me estaba equivocando en mi forma de educarlo. Tengo que decir que soy una persona insegura y me preocupa mucho equivocarme, lo que produjo una serie de castigos y malestar en casa. Tanto que mi hijo llego a decir: No merece la pena esforzarse mamá, yo no doy más de sí, ósea soy tonto, en pocas palabras.

Un día en una tutoría, porque yo me pasé todo 2° y 3° haciendo tutorías todas las semanas, me dijo su tutor que lo iba a evaluar el orientador, entonces yo pensé «aleluya«.

En primer momento le diagnosticaron dislexia fonológica, pero yo no me quedé totalmente tranquila y pedí a su pediatra que lo mandara a un neurólogo, y lo hizo, esta fue mi mejor decisión porque a partir de ahí mis problemas acabaron. Le diagnosticaron TDAH con predominio intento, me ofrecieron darle medicación lo cual estudié muy bien antes de decidirme, y hoy en día es un niño muy feliz con un nivel académico perfecto con unos profesores súper involucrados con su trastorno y una madre que lo protege, lo enseña y estudia todas las formas de ayudarle con su déficit, porque a veces no es suficiente por él mismo, pero está rodeado del mejor entorno para que en la vida pueda ser lo que quiera y estoy segura de que con su constancia lo va a conseguir.

Gracias por darme la oportunidad de contar mi historia.

Mi consejo paciencia, buscar ayuda, y no dejarse llevar por los demás, no todas las personas somos iguales pero si todas las personas tenemos derecho a ser felices.

Anónimo.