TDAH Y MITOS: No quería entrar en este debate, lo juro, me parece un debate absurdo y peligroso.

Sin embargo cada día personas cercanas me plantean debate sobre la verdadera existencia del TDAH y me enervo, lo siento mucho, me enervo y pido disculpas por adelantado.

Parece que el debate está de moda y cada día tenemos que soportar espectáculos teatrales parodiando sobre el TDAH, familiares y amigos que nos preguntan si no hemos leído eso que dijo el “inventor” del TDAH que en realidad no existe e `iluminados´ que escriben libros de más de 300 páginas para demostrar la falsedad del TDAH. No entiendo para qué tanta literatura si le puedo dejar a mi hijo una semana e igual se convence antes de gastar tanta tinta.

Eso sin contar que cada vez que pones un ejemplo para intentar explicar cómo es tu hijo tu interlocutor te responde “sí, el mío hace igual”. NO, NO TODOS LOS NIÑOS HACEN IGUAL.

Comencemos por aclarar que, por supuesto NO todo niño nervioso es un niño hiperactivo y NO todo niño con dificultades escolares tiene déficit de atención. 

Por supuesto que muchos de los síntomas del TDAH pueden considerarse normales en los niños, y no todos los niños con TDAH presentan los mismos síntomas ni con la misma intensidad. Sin embargo, se identifica como trastorno cuando estos síntomas se observan de manera continuada en el tiempo con mucha mayor frecuencia e intensidad que en otros niños de la misma edad, y cuando además tales manifestaciones interfieren en la vida familiar y en el rendimiento escolar del menor.

Es decir, se llama HIPERACTIVIDAD no porque sean niños más o menos nerviosos, sino porque su actividad motora es muy superior a la de los demás niños. Si me llevo a mi hijo a un cumpleaños o una cena de amigos a pelo (sin medicación) cumple todos los síntomas que se utilizan para definir el TDAH. Y, no, no pasa desapercibido. Llama poderosamente la atención que mantiene una actividad corporal excesiva, parece impulsado por un motor, le resulta difícil mantenerse sentado o quieto, habla en exceso, tiene algunos tics, se aburre, cambia continuamente de actividad, tiene movimientos bruscos con los demás, empuja y arroya a su paso, tropieza continuamente y rompe cosas consciente o inconscientemente. A eso se une la IMPULSIVIDAD que caracteriza al tipo TDAH-COMBINADO: interrumpe las conversaciones, no es capaz de esperar su turno, tiene dificultades para moderar su conducta, estalla continuamente en ataques de ira y frustración porque no controla sus emociones, actúa sin pensar en las consecuencias, no tiene sentido del peligro y tiene dificultad para cumplir las normas establecidas.

Y se llama, DÉFICIT DE ATENCION no porque no te conteste cuando le hablas si está interesado en otra cosa –como hacen todos los niños a veces-, ni tampoco porque vaya mal en el colegio –como le ocurre a otros tantos niños-, hablamos de conductas que se repiten 24 horas, todos los días del año: no presta atención cuando se le habla sean sus padres, educadores, hermanos o amigos, directamente parece que no escucha, no es capaz de mantener su atención durante largos periodos en una misma cosa, tiene dificultades para concentrarse en las tareas escolares, olvida y pierde cosas continuamente, comete errores por descuido, no sigue las instrucciones de principio a fin, no termina las tareas que empieza, tiene dificultad para organizarse, necesita supervisión para acabar las tareas, etc.

Y, por último, se llama TRASTORNO porque toda esta sintomatología que, insisto, ocasionalmente puede darse en todos los niños, en los niños con TDAH se observan de manera continuada y frecuente en relación con otros niños de su edad, y sobre todo, supone un “trastorno” porque interfiere en su vida familiar, escolar y social.

Mi hijo es un niño normal, único, encantador, noble, sensible, inteligente y brillante pero necesita comprensión sobre la falta de control que domina su vida y ayuda para concentrarse en las tareas escolares.

Negar la existencia del TDAH significa condenar a esos niños a la simple etiqueta de son niños “malos” o que “se comportan mal”, así como privar a estos niños de un PROTOCOLO EDUCATIVO que es necesario, porque por desgracia necesitan `adaptaciones curriculares´ para poder sacar adelante el curso escolar, y muchas veces tienen la inteligencia y el potencial necesario para ser alumnos brillantes pero necesitan ayuda para concentrarse y completar sus tareas, a diferencia de otros niños.

Por todo ello, no comprendo por qué esta moda de negar la existencia del TDAH cuando:

  • Está reconocido por la Asociación Americana de Psiquiatría (AAP).
  • Está reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
  • Está reconocido en España por el Ministerio de Sanidad que ha elaborado una Guía Práctica Clínica de recomendaciones con más de 250 folios.
  • Está reconocido incluso por la LOMCE, Ley Orgánica 8/2013, de 9 de diciembre para la mejora de la calidad educativa, que no digo yo que sea la panacea pero algo ha hecho bien al menos.
  • Existen ya protocolos educativos especiales para niños con TDAH en muchas Comunidades Autónomas y en muchísimos colegios.
  • Existen Asociaciones de ayuda a las familias de niños con TDAH repartidas por toda la geografía nacional.

Es cierto que no te va a salir en un análisis de sangre que tu hijo tiene TDAH, pero eso no justifica negar su existencia. Cuando vas al médico con una gripe te diagnostica por la sintomatología, pues en el TDAH el diagnóstico es clínico a día de hoy, aunque cada vez hay más estudios neurológicos con evidencias de alteraciones en las redes neuronales de los niños con TDAH.

Por supuesto que habrá casos de sobrediagnóstico,  pero el número de niños con TDAH no ha aumentado por el hecho de que se hable más de él, los expertos lo siguen situando en torno al 3-7% de la población escolar, y por supuesto hay muchos casos de infradiagnostico por lo que un mejor conocimiento del TDAH es necesario para la sociedad.

Y no, el “inventor” del TDAH no fue alguien que expandió el virus cual invento maligno y en el lecho de muerte confesó que en realidad había sido agua de colonia en spray, parece que esa leyenda obedece a una incorrecta traducción cuando en realidad estaba estudiando los casos de sobrediagnóstico.

Pero para los que le gusta tanto la literatura….Como dice la GPC del Ministerio de Sanidad la primera definición del TDAH la realizó G. Still en 1902 quien describió a 43 niños que presentaban graves problemas en la atención sostenida y en la autorregulación, a los que atribuía un problema en el control moral de la conducta. En 1914, A. Tredgold argumentó que el TDAH podría ser causado por una especie de disfunción cerebral, una encefalitis letárgica en la cual queda afectada el área del comportamiento, de ahí la consecuente hipercinesia compensatoria, explosividad en la actividad voluntaria e impulsividad. En 1937, Bradley  descubrió de forma casual los efectos terapéuticos de las anfetaminas en los niños hiperactivos. El término «disfunción cerebral mínima» fue acuñado por Strauss y Lehtinen en 1947, aplicado a aquellos niños con trastornos de conducta en los que no se apreciaba sufidiente evidencia científica de patología cerebral (Barkley, 2006). Lauferr y Denhoff (1957)  realizaron la primera denominación de síndrome hipercinético. En 1968, el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, conocido por sus siglas en inglés como DSM-II  lo incluyó como reacción hipercinética en la infancia y, posteriormente, el DSMIII (1980) TR (2001) utilizó el término trastorno de déficit de atención hasta llegar al DSM-IV- como trastorno (por) déficit de atención con hiperactividad.

En fin….solo me queda preguntarme sabrán más todos estos iluminados y estaremos todos nosotros equivocados??? Mon Dieu¡