TDAH: NO ME VEAS, MÍRAME.
Miro a mi hijo en plena efervescencia y pienso que si alguien es capaz de negar que el TDAH exista, como trastorno o como quieran llamarle, es porque no ha tenido un hijo así. Miro su cuerpecito sin un ápice de grasa, pura fibra, normal, no para un segundo. No anda baila por la calle,