Posiblemente los mayores problemas para los niños con TDAH se dan en la escuela, dado que presentan más dificultades de aprendizaje que el resto de la población infantil, y en muchos casos acaba desembocando en fracaso escolar.

Las dificultades de aprendizaje  son debidas a las características propias del TDAH: dificultades para empezar las tareas, dificultades para organizarse, pérdida de material escolar, retraso en el ejercicio de las tareas, precipitación en las respuestas, etc., todo ello es consustancial al tipo de trastorno neurobiológico, dado que incluso con niños un cociente intelectual alto, los niños con TDAH suele mostrar unos tipos de reacción más lentos, una atención anormal, unos mecanismos inhibitorios de control escasos, un escaso aprovechamiento de la memoria de trabajo y falta de madurez.

Los niños pasan muchas veces en la escuela más de 8 horas diarias si contamos con actividades extraescolares dentro del propio centro, por ello es fundamental un conocimiento del TDAH desde el punto de vista docente, tanto para garantizar su adecuada integración académica como para evitar problemas conductuales del niño con TDAH y situaciones de rechazo o acoso por otros alumnos hacia el niño con TDAH.

Cuando un niño con TDAH está en la etapa infantil es importante que el docente pueda detectar los posibles síntomas, sin embargo, el diagnostico suele darse a partir de los 6 años con el paso a primaria y cuando el nivel de exigencia en cuanto a normas conductuales (un ejemplo simple es mantenerse sentado) y en cuanto a tareas escolares es superior.

Mi hijo entra en clase dando volteretas, tarda más de media hora en quitarse la mochila y colocar la chaqueta en su lugar, consigue sacar la agenda cuando todos han terminado, coge el lápiz cuando el dictado ya está acabado, altera a los niños de la clase a la mínima oportunidad, se distrae mirando pasar una mosca –literal-, le resulta imposible organizarse solo, su cajón es un pozo sin fondo, le cuesta empezar cualquier tarea, es misión imposible mantenerse en su asiento, es un desastre en la escritura porque quiere hacerlo todo demasiado deprisa, olvida hacer la mitad del examen….etc. Sin embargo, es un lince en matemáticas, es un observador nato, le encantan las ciencias naturales, adora la informática y además es inagotable en educación física y perfectamente capaz de jugar cinco partidos de futbol sin perder energía.

Soy de las que piensa que cada niño tiene unas aptitudes distintas y que por desgracia nuestro sistema educativo no está hecho para destacarlas, si tu hijo es un niño normal (también tengo de esos) tendrá una etapa escolar normal y unas notas normales o buenas, sin embargo, si tu hijo tiene necesidades especiales (entre ellas incluyo el TDAH) o destaca por altas capacidades tendrá posiblemente dificultades en un colegio normal.

Cada día encuentro más madres que me transmiten este problema, y muchas acaban cambiando a sus hijos a colegios adaptados con proyectos educativos “distintos”. No puedo opinar sobre ellos porque no los conozco, pero si creo poder afirmar que nuestro sistema educativo no se dirige desde luego a fomentar las aptitudes especiales de cada niño sino a seguir una uniformidad para que todos aprendan lo mismo y de la misma forma.

Dicho esto, estoy contenta con el colegio de mi hijo, mucho, he tenido mucha suerte, su profesor de infantil detecto enseguida la existencia de una posible hiperactividad, cosa que sus padres ya habíamos abordado porque los síntomas eran muy evidentes, su profesor de primero de primaria tenía una paciencia infinita, y el centro escolar ha establecido un breve protocolo para niños con TDAH desde hace un par de años y un gabinete de atención a la diversidad y orientación psicológica.

Aun así, mi hijo no trae nunca los deberes apuntados en la agenda, la mitad de las veces los cuadernos nunca llegan a casa, otras tantas las hojas sueltas se pierden, mojan, o autodestruyen, y soy consciente que esto no va a mejorar si no a empeorar cuando el año próximo los deberes sean diarios, y entonces sé que dependeré mucho de la implicación del profesor que le toque a mi hijo y por ello destaco la importancia de un protocolo de concienciación sobre las necesidades especiales de un niño con TDAH.

Fundamentalmente porque sé que en mi caso he tenido suerte, con el centro y con los profesionales hasta la fecha, pero esto no es así en todos los casos. Ha mejorado el conocimiento del TDAH en los últimos años en el ámbito docente, por supuesto, pero mientras no exista un protocolo de actuación para los niños con TDAH a nivel nacional “cada maestrillo aplicara su librillo”, y hay docentes que siguen desconociendo el trastorno y su implicación, e incluso algunos que lo niegan como tal y prefieren seguir tratando al “niño malo” con “mano dura”.

Como se explica en la página web de la Federación Española de Asociaciones de Ayuda al Déficit de Atención e Hiperactividad (FEAADAH)

[i], “en la actualidad solo 6 comunidades autónomas (Andalucía, Canarias, Castilla y León, La Rioja, Murcia  y  Navarra)  cuentan  con  unprotocolo  general  de  coordinación  entre  Sanidad  y Educación para tratar a los niños con déficit de atención e hiperactividad, lo que representa, a día de hoy,  en una “discriminación territorial” en la ayuda que reciben los niños con TDAH”.

En la Comunidad Valenciana está anunciado un protocolo desde 2014 como nos dice la FEAADAH, pero no existe en la actualidad. Por ello, desde aquí queremos dar la máxima difusión al MANIFIESTO SOBRE EL PROTOCOLO DE ACTUACION PARA EL TDAH de 20 de marzo de 2016 elaborado por las Asociaciones de padres de familiares con TDAH de la Comunidad Valenciana que transcribimos, pudiendo consultarse el texto completo en PDF ANEXO que consta en la página de inicio de nuestra web, porque no existe protocolo alguno de actuación a nivel nacional pero ni siquiera existe un protocolo de actuación a nivel de Comunidad Autónoma en este caso:

“Por primera vez una ley, la LOMCE,  recoge la necesidad de tener en cuenta a alumnado con TDAH, aunque no entramos a valorar la totalidad de la ley:

El artículo 71.2 dice:

Corresponde a las Administraciones educativas asegurar los recursos necesarios para que los alumnos y alumnas que requieran una atención educativa diferente a la ordinaria, por presentar necesidades educativas especiales, por dificultades específicas de aprendizaje, TDAH, por sus altas capacidades intelectuales, por haberse incorporado tarde al sistema educativo, o por condiciones personales o de historia escolar, puedan alcanzar el máximo desarrollo posible de sus capacidades personales y, en todo caso, los objetivos establecidos con carácter general para todo el alumnado”.

El artículo 74.1 dice:

La escolarización del alumnado que presenta necesidades educativas especiales se regirá por los principios de normalización e inclusión y asegurará su no discriminación y la igualdad efectiva en el acceso y la permanencia en el sistema educativo, pudiendo introducirse medidas de flexibilización de las distintas etapas educativas, cuando se considere necesario. La escolarización de este alumnado en unidades o centros de educación especial, que podrá extenderse hasta los veintiún años, sólo se llevará a cabo cuando sus necesidades no puedan ser atendidas en el marco de las medidas de atención a la diversidad de los centros ordinarios”.

–       Según la moción aprobada unánimemente por el Senado el día 14 de octubre de 2015: “El Senado  insta  al  Gobierno  a, en colaboración con  las comunidades autónomas y en el seno  del  Consejo  Interterritorial  de  Salud,  protocolizar  el  abordaje  de  los  pacientes con  TDAH,   mejorando  sobre  todo  la  transición  del  adolescente  desde  los  servicios infantiles de  psiquiatría hasta los de adulto, a través del establecimiento de programas que mejoren la  comunicación  entre  psiquiatría infantil  y  los  servicios de adulto,  para que  esta  transición   sea  mucho  más  organizada  y  protocolarizada;  y  en  el  ámbito educativo,  colaborar  con  las   comunidades  autónomas  para  la  puesta  en  común  de protocolos de actuación y buenas  prácticas en la atención a los alumnos con TDAH”

(…) A pesar de todo lo que hemos expuesto, no tenemos información de que se haya dado ningún paso para llegar al objetivo propuesto.

Por todo  ello,  querem os  manifestar  nuestro  descontento  y  malestar  y  demandamos  a  las administraciones    que   sin   más   demora   cumplan   el   mandato   expresado   por  nuestros representantes  políticos  y    se implemente el mencionado protocolo con la máxima brevedad posible”.

Normativas Jurídicas y Protocolos Autonómicos TDAH