TDAH: COMO LIDIAR ENTRE HERMANOS.

No podía dejar de escribir sobre esto porque ha sido el pasatiempo favorito de mi hijo todo el verano: «molestar» a sus hermanos.

Como sabéis algunos soy madre de un niño con TDAH en constante aprendizaje y me gusta observar a mi hijo para intentar comprenderlo en su mundo TDAH. Sin obviar que pierdo mil veces la paciencia como algunos de vosotros, supongo.

Pero no soy madre de uno sino de tres, solo uno de ellos con TDAH, y su mejor pasatiempo cuando se aburre es «molestar» a sus hermanos, alternando uno y otro, uno y otro…y eso es una de las cosas que más me desespera a diario. Me desquicia y pierdo la paciencia irremediablemente, pero veo en vuestros comentarios que es algo bastante habitual y me consuela un poco.

Es tremendo decirlo pero es real y yo no suelo andarme con paños calientes: cuando mi hijo TDAH no está, reina La Paz mundial entre sus hermanos. Eso me hace darme cuenta del esfuerzo extra que implica un hijo TDAH, del aumento del estrés diario que supone, pero también que implica un reto personal puesto que cada día trato de ser un poco mejor persona por él, tener más paciencia, aprender a relajarme yo primero, intentar hacer las cosas con calma, sin tantas prisas, darme y darle su tiempo, y sobretodo tomarme la vida con humor pues de lo contrario creo que me volvería loca. No hay nada más gratificante que enseñar a mi hijo a aprender de sus fallos y a reírse hasta de uno mismo.

Esa manera continua de «molestar» a los demás, es algo que me obliga a tenerlo siempre entretenido haciendo otras cosas cuando observo que la cosa se desmadra.

Las dos conductas que observo que más se repiten, al menos en mi caso:

  1. MOLESTAR. Se acerca a jugar con sus hermanos avasallando, lo que provoca el rechazo de éstos para evitar que rompa sus cosas y eso es precisamente lo que provoca este rechazo, que reaccione rompiendo sus juegos porque no le dejan jugar con ellos. Eso se convierte en un círculo vicioso de yo te molesto y tú me molestas, de discusiones sin fin…Cuando la realidad es que sus hermanos lo adoran, lo idolatran, lo imitan (a veces a mi pesar) y lo buscan continuamente.
  2. ALTERAR. Muchas veces la mejor forma que encuentra para jugar con ellos es hacerse el «gracioso», algo que se les da muy bien a nuestros hijos TDAH: me tiro al suelo, doy volteretas, lanzó cosas al aire, digo tonterías… Suelen ser cosas inapropiadas tanto en las formas y los gritos como en el tipo de lenguaje para «causar risa», y surte el efecto de contagiar a sus hermanos a hacer estas mismas cosas con el consiguiente desespero de nosotros los adultos. A veces dejo hacer y otras veces tengo que intervenir y poner freno necesariamente. Es su manera de ser el centro de atención con sus hermanos y le funciona.

Lógicamente las soluciones a los problemas de conducta si son graves o alteran de manera importante la convivencia deben ser tratados por profesionales, en terapias de grupos o individuales, hay profesionales estupendos para tratar los problemas conductuales, enseñarles a desarrollar habilidades sociales, autocontrol de las emociones, etc. Como siempre digo, consulta con tu asociación más cercana sobre qué profesionales pueden ayudarte si el tema se desborda.

De momento como padres podemos: reforzar su autoestima, elogiar sus logros; enseñarle el respeto a las cosas de los demás, a pedir las cosas educadamente (por favor, gracias, disculpa); enseñar a sus hermanos también a ser conscientes de ese nerviosismo de manera apropiada a su edad; utilizar el tiempo fuera cuando sea necesario, buscarle actividades que le entretengan (deporte, manualidades…), fomentar círculos de amistades diversos donde siempre podrá hacer algún amigo nuevo que le motive a portarse bien. Cuando topamos con uno de esos amigos que le van al pelo y neutralizan un poco su hiperactividad es todo un descubrimiento, una vez le pregunte a la madre de su mejor amigo si podía adoptar a su hijo porque cuando estaban juntos no me enteraba de ellos…aún está esperando que me lo lleve…;).

No hay más remedio: paciencia, comprensión y buscar ayuda cuando la situación nos desborde. Algún día madurarán e imagino que algunas de estas conductas remitirán un poco, porque cuando no molesta ni altera, da gusto verle jugar con sus hermanos que lo adoran haciendo uso de su ingenio, energía e imaginación desbordante.